Discurso de Samuel Bengio Ayuntamiento de Majadahonda

Ene 21, 2019

Fecha: 21 de Enero de 2019

En nombre de la Asociacion Yad Vashem en España, Centro Mundial para la Memoria del Holocausto, quiero darles las gracias por darme la oportunidad de participar en este acto.

Conmemoramos hoy el aniversario de la liberación de A.

Pero la realidad es que nadie se puede liberar de A.

Ni los que sobrevivieron, ni los que luego supimos de la enormidad del mal.

Estamos todos condenados a vivir prisioneros de la memoria de A., de la memoria de las víctimas y de la memoria de sus héroes.

A. se transformó en el símbolo del mal que cayo sobre Europa y sobre el pueblo judío. La Alemania nazi persiguió a muchos,…  pero a nadie como a los Judíos.

Durante 12 largos años se llevó a cabo la eliminación sistemática de la judería europea:

-primero con la desposesión sistemática de sus derechos civiles y de sus propiedades;

-con el hacimiento de las poblaciones judías en los guettos para matarles de hambre y enfermedad y finalmente deportarles;

-con los pogroms y einsatzgrupen, dirigidos por universitarios y diplomados superiores, ideologizados hasta los huesos, operando detrás de las líneas,  que acabó con la vida de millón y medio de personas en menos de dos años;

-y por último, con la solución final, a inicios del año 1942, con campos  de exterminio como Chelmno, Treblinka, Sobibor, Belzek, Aushwitz y Majdjanek…, cada uno con sus campos satélites…,  donde se llevó a cabo la matanza de más de tres millones y medio de seres humanos: 2000 trenes de la muerte que descargaron su carga humana, durante tres años y medio, después de un viaje sin nombre, para llevarlos a las cámaras de gaz!

La mayoría de estos campos se cerraron y destruyeron cuando dejaron de funcionar, falta de carga humana, muchos antes del final de la guerra.

Aquellos que no consiguieron destruir los nazis, como Aushwitz Birkenau y Majdjanek, construidos en duro, se lo deben a la necesidad de mantener una población de esclavos que la industria alemana aprovechó colaborando despiadadamente con el régimen nazi y el pánico que les invadió ante el avance soviético.

Dos tercios de nuestro pueblo en Europa, 6 m de personas, entre los cuales un millón y medio de niños: 9 de cada 10 por debajo de la edad de 16 años, desapareció víctima de la barbarie, de la colaboración de gobiernos y poblaciones, de estrategias de guerra donde se mezcló el odio racial, la crueldad y el sadismo, una persecución despiadada, planificada y asesina, la cobardía y la traición de los que decidieron ignorar la tragedia y aprovecharse de ella.

Si.

Esos son los hechos.

La Alemania nazi persiguió hasta su último suspiro la aniquilación total de los judíos de Europa. Y lo hubieran conseguido de no ser por el avance de los ejércitos aliados.

El universo concentracionario nazi no existió jamás en la historia de la humanidad ni en su crueldad, ni en su sistema para anular al ser humano y destruirle moral y físicamente.

Por ello los supervivientes son nuestros héroes. Los Justos que nos ayudaron son nuestros modelos. Cerca de ochenta años después, sus descendientes deberán asumir la transmisión de su memoria y nosotros la obligación de recordarles y de metabolizar las lecciones de la tragedia.

… Y luchar por la verdad y contra todos los revisionismos que vemos aparecer.

Porque después de A. quedó el vacío, un vacío material y transcendental que nos debe hacer reflexionar a todos nosotros que no conocimos el horror, sobre los valores que se destruyeron y los mecanismos que pueden llevar al ser humano a transformarse en bestia, los procesos que se inician con ceguera y rechazo del otro, aquel al que el odio institucionalizado apunta y transforma en enemigo.

Somos prisioneros de esa memoria, somos responsables de su transmisión. Muchas gracias por su atención.